Pages

Ads 468x60px

Biblioteca Popular José A. Guisasola





Mostrando entradas con la etiqueta Julio Cortázar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Julio Cortázar. Mostrar todas las entradas

Clases de literatura. Berkeley, 1980. Julio Cortázar, Alfaguara



“…Y cada día que pasa me parece más lógico y más necesario que vayamos a la literatura –seamos autores o lectores- como se va a los encuentros más esenciales de la existencia, como se va al amor y a veces a la muerte, sabiendo que forman parte indisoluble de un todo, y que un libro empieza y termina mucho antes y mucho después de su primera y de su última página...”


Imagen y texto, tomados del libro: Clases de literatura. Berkeley, 1980. Julio Cortázar, Alfaguara

Julio Florencio Cortázar (Bruselas, Bélgica, 26 de agosto de 1914 - París, Francia, 12 de febrero de 1984)


Poema

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

Julio Cortázar

(En: I - Larga distancia - Pameos y meopas (1971) Barcelona, OCNOS, Editorial de Llibres de Sinera, 1971.)

¸¸.•*¨¸¸.•*¨¸¸.•*¨¸¸.•*¨

Para escuchar [Voz: Victoria Nardone | «Donde Quiera Que Estés»]
en: El bar de los sábados


¸¸.•*¨¸¸.•*¨¸¸.•*¨¸¸.•*¨


HAPPY NEW YEAR. Julio Cortázar


Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

✫⊰ ⊰✿⊱ ⊰✿⊱ ⊰

Julio Cortázar, de Salvo el crepúsculo, 31/12/1951




✿✫¡¡Feliz 2015 para tod@s!!✿✫

Relato de Julio Cortázar sobre las bicicletas publicado en “Historias de Cronopios y de famas” (1962) Edit. Alfaguara

VIETATO INTRODURRE BICICLETTE

En los bancos y casas de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.

Para una bicicleta, ente dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristales de la ciudad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de la tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan: «y perros», lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de inferioridad. Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio entrar en Bunge & Born o en los estudios de los abogados de la calle San Martín sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas ansiosas o, a lo sumo, una orden al portero para que arroje a los susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder pero no es humillante, primero, porque sólo constituye una probabilidad entre muchas, y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorable que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.

De todas maneras, ¡cuidado, gerentes! También las rosas son ingenuas y dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre. No ocurra que las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor arremetan en legión contra los cristales de las compañías de seguros y que el día luctuoso se cierre con baja general de acciones, con luto en veinticuatro horas, con duelos despedidos por tarjeta.


Julio Cortázar “Historias de Cronopios y de famas” (1962) Edit. Alfaguara



Ilustración: Julio Cortázar sobre ruedas dibujado por Virginia Herrera, para su serie 'Escritores en bicicleta'. Imagen utilizada por la Biblioteca Popular José A. Guisasola en la 3º Feria del Libro Coronel Dorrego 2014. Ilustró el logo de la biblio: Daniel Caminos, Córdoba, Argentina